Cuando vaciemos nuestra calabaza veremos un montón de semillas entre hilos de calabaza, por lo que lo primero que debemos hacer es separar las semillas de los hilos.
Después las lavaremos con agua para quitar todos los restos de calabaza, para ello yo he utilizado primero un escurre verdura y después un simple colador.
Seguidamente dejaremos las pipas en remojo con agua de sal de 6 a 24 horas. Echaremos en un bol un poco de agua y cucharadas de sal hasta que se sature, no hace falta que se diluya toda la sal. Las dejaremos en remojo para que tomen sabor.
Una vez remojadas las volvemos a escurrir pero sin lavar y las pondremos en en una sartén con unas gotas de aceite.
Hay que remover continuamente para que se vayan secando y tostando todas por igual.
Cuando veamos que están así de doraditas las podemos poner en un plato y ¡darle al vicio!
Estas son sólo con sal pero podemos utilizar diferentes aromas para darle distinto sabores como pimentón, pimienta, aceitunas negras, chili, o lo que se nos ocurra.¡Buen provecho!
1 comentario:
mmmmmm que ricas!!!
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